Estas chicas van a cambiar el mundo del reciclaje.

PROTRASH

Protrash simboliza la primera empresa social privada de gestión de residuos, que a través de un novedoso modelo de negocio de reciclaje de basura que intercambia desechos sólidos por cupones para alimentos, tiene la oportunidad de aprovechar un mercado de más de 50 mil millones de pesos que representan los residuos, y ya genera oportunidades de empleo a cientos de madres de familias mexicanas.

Dicho proyecto nació durante el 2016 en la clase de “Metodologías del Diseño Urbano” en el Tecnológico de Monterrey, campus Guadalajara; Verónica Sánchez Navarro, Mónica López Vargas, y Andrea García López, ex alumnas de la carrera de Arquitectura, y Yuvia Paulina López Valenzuela, de la Licenciatura en Comunicación y Medios Digitales (LCMD), ganaron la etapa clasificatoria de la Rectoría Zona Occidente del Tec de Monterrey, lo que significó su pase a la semifinal en Boston.

Esta clasificación significó obtener un lugar en la semifinal de Hult Prize, donde se midieron contra representantes de todo el continente. Huilt Prize es una iniciativa que surge de la organización que fundó Bill Clinton y que cada año, mediante un concurso financia un proyecto de impacto en la sociedad. En la edición 2016 se pretendió que los participantes y la iniciativa ganadora aporten una solución para que en 2022 se puedan duplicar los ingresos de 10 millones de personas que viven en zonas en hacinamiento o densamente pobladas.

Los ganadores de Hult Prize tendrían un millón de dólares para hacer realidad su proyecto.

Protrash fue una de las seis iniciativas que obtuvieron el pase a la ronda final del Premio, lo que convirtió a las estudiantes recién egresadas del campus Guadalajara en finalistas mundiales del certamen cuyo lema en esta edición fue “Lanzado la próxima oleada de emprendedores sociales”.

"Nos formaron para intervenir en problemas sociales y aunque este proyecto no va directamente enfocado a la arquitectura, intenta solucionar la pobreza por medio de algún actor que acelere los procesos, ya que la arquitectura tiene un especial acercamiento con los problemas sociales de hoy", fueron las palabras que declaró Andrea García López para una entrevista acerca del proyecto.

Previo a su participación, los seis equipos se prepararon en un proceso de incubación de empresas en la Hult Business School, del 25 de junio al 20 de agosto en Boston, para afinar detalles de cada proyecto. Antes de su partida, los miembros de Protrash trabajaron en validación de datos en campo y tuvieron un curso en línea de 4 sesiones para prepararse para la incubación en Boston. En el concurso participaron 25 mil proyectos a nivel mundial, y solo llegaron a la final 6 equipos y sus emprendimientos, además de Protrash.

Actualmente, Protrash es la primera propuesta de empresa social privada para el manejo de desperdicios en México. Mediante un novedoso y robusto modelo de negocios basado en la recolección de basura y reciclaje, este emprendimiento tiene potencial de capitalizar un mercado a nivel mundial que ronda los $54 mil millones de dólares, y a la vez, empodera y brinda recursos a madres de la localidad quienes por primera vez pueden transformar la basura en una oportunidad de empleo digno. El equipo, conformado ahora también por Giovanni De Cisneros, egresado de la carrera de Licenciado en Creación y Desarrollo de Empresas (LCDE) y Víctor Daniel Ramírez, Ingeniero en Biotecnología (IBT), contempla el reciclaje de tres materiales: Pet, aluminio y vidrio, los cuales son triturados por una máquina que los jóvenes desarrollan actualmente, que entrega al usuario un ticket intercambiable por comida.

Protrash en este momento, es un sistema que se basa en el intercambio de las necesidades básicas del reciclaje de tres materiales: PET, aluminio y vidrio; Mediante una máquina trituradora de bicicletas, que aumenta el valor de dichos materiales y procesos de corte den la cadena de valor de la gestión de residuos. La máquina, que es del propio diseño de los creadores, y esta emite un boleto que se intercambiará por la nutrición básica, lo cual es posible ya que han creado una asociación con el Banco de Alimentos, la cual proporciona alimentos. Por lo tanto, el valor producido por los derechos reciclables está disponible para todas estas personas que viven en zonas marginadas y superpobladas, generando ingresos disponibles después de que los alimentos se dupliquen, y así mejorar su calidad.

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